Los 16 Pueblos más Bonitos que ver en HUESCA

La provincia de Huesca es una de las regiones de España que cuenta con más cantidad de pueblos bonitos, donde el viajero podrá sentir en muchos casos que viaja en el tiempo. Aquí podrás ver pueblos donde la piedra es la protagonista y que en sus cascos históricos aun guardan la esencia y la magia de épocas pasadas. Te invitamos a conocer los pueblos más bonitos que ver en Huesca junto a nosotros ¿Te lo vas a perder?

Los 16 pueblos más bonitos que ver en Huesca

Alquézar

En la provincia de Huesca podemos visitar el enigmático pueblo de Alquézar que cada vez es mucho más famoso y popular en España. El pueblo cuenta con un casco antiguo declarado Conjunto Histórico Artístico gracias a su belleza y buen estado de conservación. Sin lugar a dudas, lo primero que debes hacer si visitas Alquézar es ir al mirador Sonrisa del Viento, desde donde se tiene la mejor vista de todo el pueblo, junto con la Sierra de Guara de fondo, este se encuentra justo antes de llegar a los estacionamientos.

¿Qué ver y hacer 1 fin de semana en Alquézar?

Además, el pueblo guarda varias sorpresas, ya que es posible visitar su majestuosa Colegiata con orígenes de fortaleza, que fue construida en el siglo IX d. C en la parte más alta del pueblo sobre el río Vero. La Colegiata es Monumento Nacional desde el año 1966. También es posible disfrutar de la naturaleza de los alrededores del pueblo, realizando una ruta por las pasarelas del Vero, considerada como una de las mejores rutas de pasarelas de la provincia.

Ansó

Ansó se encuentra ubicado en la comarca de la Jacetania y es toda una sorpresa en sí mismo. De su Patrimonio arquitectónico tenemos que decir que posee uno de los cascos urbanos mejor conservados del Pirineo aragonés y gracias a su buen estado de conservación ha sido declarado Bien de Interés Cultural.

El viajero que llega a esta enigmática localidad quedará maravillado por a la belleza del conjunto urbano cuyos orígenes se remontan al siglo XIII y donde es posible ver la armonía entre la piedra, la teja, la madera o la forja.

¿Qué ver y hacer 1 fin de semana en el Valle de Ansó?

De este municipio, cabe destacar también el Museo del Traje Ansotano, ya que aquí podemos encontrar uno de los trajes tradicionales más ricos y variados de toda España y uno de los trajes más antiguos de Europa. La importancia de los trajes ansotanos radica en el origen de algunas de las prendas que se remontan a la edad media y al renacimiento.

Y otra curiosidad interesante, es que Ansó es uno de los pocos lugares donde por suerte todavía se habla el Ansotano. Una variación y mezcla del Aragonés y el Euskera que se ha ido pasando de padres a hijos. Posiblemente por estar ubicado en la Jacetania, que hace frontera con Navarra.

Roda de Isábena

Roda de Isábena es el pueblo más pequeño de España con Catedral. La visita a esta villa es una sorpresa en sí misma, gracias a su historia y al encanto de sus calles que conforman el casco urbano de esta joya del medievo aragonés. Sus portadas, pasadizos y murallas harán volar tu imaginación para trasladarte a la época de mayor esplendor de la localidad.

Su gran tesoro, la Catedral de San Vicente, que en la actualidad está considerada como la más antigua de Aragón comenzó a construirse en el siglo XI en estilo románico lombardo, y a lo largo de los siglos ha sufrido varias reconstrucciones y ampliaciones. Su precioso claustro, austero y de pequeñas dimensiones, resulta un lugar encantador para el paseo y la contemplación. A nosotros nos conquistó.

Graus

Graus se encuentra situado estratégicamente en la confluencia de los ríos Ésera e Isábena, y cuenta con bellos rincones dispuestos a sorprenderte. El más especial de todos es su colorida y pintoresca Plaza Mayor, rodeada de soportales donde se encuentra la Casa Consistorial, y otros edificios correspondientes a los siglos XVI y XVIII. Algo que llamó nuestra atención fue que algunas de las fachadas aún conservan frescos en muy buen estado de conservación.

Además de pasear por el caco histórico del pueblo, aquí es posible visitar varios lugares de gran interés como la Basílica de la Virgen de la Peña, ubicada en la ladera de la Peña del Morral que fue construida a mediados del siglo XVI y desde donde hay unas bonitas vistas. Otro lugar que a nosotros nos encanta es el Museo de Historia y Tradición de la Ribagorza, un pequeño museo que cuenta con una exposición etnográfica donde podrás ver fotografías históricas, herramientas, objetos y otros quehaceres típicos de épocas pasadas.

Toda esta colección, es gracias al legado de Vicente Turmo Mur, un lugareño que recuperó, restauró y coleccionó a lo largo de tres décadas gran cantidad de objetos, además de filmar buena parte del folclore local, recogido todo ello en un interesante fondo audiovisual.

Montañana

Continuamos en la comarca de la Ribagorza para llegar hasta Montañana, una hermosa localidad ubicada en medio de la confluencia de los barrancos de San Miguel y San Juan, cuyo aire medieval hace parecer que el tiempo se ha detenido o que nunca ha transcurrido. El pueblo se encuentra dividido en dos barrios, uno ocupa la parte alta y el otro corresponde a la parte baja, y ambos están conectados por un precioso puente medieval.

La mejor forma para conocer Montañana es caminando por sus callejuelas empedradas que si bien no está repleta de grandes e imponentes edificios, el encanto no falta en cada uno de sus rincones, motivo por el cual ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico.

Algo muy especial a destacar de esta villa es que en los últimos años se inició un plan de rehabilitación, con el que se ha logró que varias viviendas abrieran nuevamente sus puertas y de esta forma devolver la vida al pueblo, convirtiéndolo en uno de los destinos turísticos imprescindibles de la provincia de Huesca donde la paz y la armonía se respiran por toda partes.

De manera que si eres amante del turismo rural y vas en busca de una escapada por territorio oscense, este pueblo te va a encantar. Porque nosotros lo visitamos hace años y hemos vuelto recientemente, y nos ha encantado ver el gran cambio positivo y lo bien cuidado que ahora está.

Aínsa

En plena comarca del Sobrarbe encontramos el bello pueblo de Aínsa, que es una de las villas históricas más bonitas de la zona. Aínsa cuenta con un casco antiguo realmente interesante donde podemos ver aún en nuestros días la historia del pueblo en su arquitectura y descubrirla en varios de sus monumentos. Para empezar la visita a Aínsa, lo primero es disfrutar del ambiente y de los soportales de su gran Plaza Mayor, que para nosotros es una de las más bonitas de todo Aragón.

¿Qué ver y hacer 1 fin de semana en Aínsa?

En esta plaza hay gran cantidad de restaurantes y bares donde es posible degustar de la gastronomía de la zona. Recordar también visitar el castillo, disfrutar de sus miradores y de un apacible paseo por las calles de su casco antiguo, donde hay varios detalles curiosos e interesantes que el viajero no debe dejar escapar, pero para conocerlos tendrás que leer nuestra guía completa de Aínsa, no te la pierdas.

Riglos

El pequeño caserío de Riglos se encuentra ubicado en uno de los parajes naturales más impresionantes y vertiginosos de todo Aragón. Más concretamente, se encuentra a los pies de unas paredes de hasta 300 metros de caída vertical, que se conocen como Mallos.

De la villa, no solo destaca el entorno natural, sino también su sinuoso casco urbano pequeño pero pintoresco, donde pasear por su trazado de calles irregular es una parada obligatoria en tu viaje. Su monumento más destacado es la iglesia de Nuestra Señora de los Mallos que fue construida en el siglo XVII y se encuentra en la parte más alta del pueblo, muy cerca del mirador.

Torla

En la comarca del Sobrarbe se encuentra la localidad oscense de Torla considerada como la puerta de acceso al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, uno de los enclaves naturales más sorprendentes de todo el norte de España. Torla está situada a poco más de mil metros de altitud y tiene poco más de 200 habitantes, lo que la convierte en una pequeña villa tradicional que aún en nuestros días sigue conservando sus tradiciones populares y una arquitectura típica del Pirineo.

Aquí el viajero podrá sorprenderse por su riqueza folclórica y etnológica que todavía se respira en sus calles y monumentos más representativos como la iglesia parroquial de San Salvador del siglo XVI.

📌 Paseo con raquetas de nieve por Ordesa y Monte Perdido

La ubicación estratégica de Torla hace que en la actualidad sea un centro turístico clave desde donde es posible realizar gran cantidad de rutas de senderismo y actividades. Siendo uno de los senderos más populares, el que parte de la pradera de Ordesa hasta alcanzar la cascada de la Cola de Caballo. Pasear por Torla es una experiencia indescriptible y sobrecogedora, ya que en todo momento se encuentra bajo la mirada de varios picos de más de 2 mil metros como el imponente macizo de Mondarruego.

Hecho

Hecho es un pueblo donde las casas son de piedra y los tejados de pizarra conformando la arquitectura típica del Pirineo aragonés. El municipio no solo destaca por la belleza de su casco histórico, sino también, por sus tradiciones populares de música y bailes folclóricos que traspasan las fronteras de Aragón. Y por los paisajes naturales que le rodea, ya que se encuentra a las puertas del Parque Natural de los Valles Occidentales, por lo que las posibilidades de disfrutar de la naturaleza en este entorno son innumerables.

📌 Barranquismo en el Pirineo aragonés

Sallent de Gallego

Casi en frontera con Francia, Sallent de Gállego es uno de los pueblos que guarda en su conjunto urbanístico la arquitectura típica de un pueblo del Pirineo. Cabe resaltar, que Sallent de Gállego es el pueblo más grande de la zona y además es la capital de la comarca del Alto Gállego, un bonito valle de alta montaña donde se dan cita cumbres de hasta 3 mil metros. El pueblo se caracteriza por poseer calles estrechas y casas empedradas donde el tiempo parece haberse detenido.

Desde el punto de vista patrimonial, la localidad cuenta con interesantes monumentos como su iglesia gótica de la Asunción, de principios del siglo XVI, que alberga un valioso retablo plateresco y la venerada imagen de la Virgen de las Nieves, patrona de la villa. La naturaleza que rodea al pueblo, es de gran belleza, donde es posible realizar algunas rutas de senderismo. Si tienes tiempo, te recomendamos llegar hasta el mirador de San Mamés desde donde podrás tener una bonita vista del embalse de Lanuza.

Jaca

Jaca a pesar de ser una ciudad, cuenta con la esencia de un pueblo grande siendo imposible no incluirla en esta lista. Nos da la bienvenida y nos invita a descubrir su enigmática Ciudadela, considerada una de las fortalezas de la Edad Moderna más grandiosas e importantes de España y la única construcción de su género que se conserva completa en toda Europa.

📌 Paseo en avioneta por Jaca y los Pirineos

Además de admirar la ciudadela desde el exterior donde es posible ver algunos ciervos, te recomendamos entrar para poder conocer los diferentes espacios que la componen. En tu recorrido por la ciudadela, podrás visitar algunos baluartes, el patio de armas, la iglesia de San Pedro y el museo de Miniaturas Militares que cuenta con más de 32 mil figuritas.

Para nosotros es uno de nuestros preferidos de toda España en su categoría. Pero Jaca cuenta con muchos otros lugares que bien merecen una visita, como la Catedral de San Pedro, el Museo Diocesano de Arte Románico o el Fuerte de Rapitán desde donde podrás ver unas vistas estupendas del valle y de Jaca a lo lejos.

Benasque

Situado en el corazón de los Pirineos de Huesca, Benasque es un municipio de alta montaña de apenas 2 mil habitantes y también es el centro neurálgico del valle al que da nombre, donde se encuentra el Parque Natural de Posets-Maladeta y el pico Aneto, el más alto de los Pirineos. El centro histórico de Benasque es todo un tesoro, y como no podía ser de otra forma, sus casas son de piedra y en verano están llenas de flores.

Son muchos los atractivos turísticos del pueblo de Benasque y de su valle, también conocido como el “Valle escondido”.  Además de pasear por el pueblo, es posible realizar algunas rutas de senderismo, dar paseos en bicicleta, practicar la pesca o simplemente disfrutar de la deliciosa gastronomía pirenaica. También te recomendamos llegar hasta el mirador del Valle de Benasque desde donde las vistas son realmente estupendas.

Anciles

Situado a sólo un par de kilómetros de Benasque, el pequeño pueblo de Anciles puede presumir del buen estado de conservación de su conjunto urbano, en el que como buen pueblo de montaña, la piedra es la principal protagonista. Pasea por sus cuidadas calles es todo un deleite para los sentidos, donde sus casas solariegas de entre los siglos XVI y XVIII te transportarán a otro tiempo.

Loarre

Loarre quizás no destaque por su casco histórico, pero cuenta con uno de los monumentos más notables no solo de la provincia de Huesca sino de todo Aragón. El castillo de Loarre, es la fortaleza románica mejor conservada de toda Europa y a pesar del tiempo y las vicisitudes, este castillo construido en el siglo XI, hoy en día se mantiene en pie en lo alto de un espolón rocoso desde donde controla toda la llanura.

📌 Excursión al Castillo de Loarre

La visita al castillo es muy especial, ya que por un momento te adentrarás no solo en la historia sino en un monumento de película, que tiene sus orígenes en el siglo XI, lo que lo convierte en el castillo fortificado más antiguo de España. Su majestuosidad se aprecia desde lejos, haciéndote pensar en cómo los enemigos en aquel entonces se planteaban querer conquistar esta mole de piedra. La entrada al castillo se realiza subiendo una larga escalinata donde te sentirás en el protagonista de la mejor historia, tu propio viaje.

Bestué

A más de mil metros de altitud, Bestué es una pequeña aldea de gran belleza ubicada en un entorno natural sublime y hechizante. La historia de la villa se remonta varios siglos atrás, pero como si el tiempo no hubiese transcurrido, Bestué aún mantiene su trazado medieval, donde a día de hoy viven poco más de 20 habitantes y donde el silencio y la paz forman parte de la orquesta.

Boltaña

En la comarca del Sobrarbe otro de los pueblos que no te puedes perder es Boltaña, una pequeña población que enamora desde el primer instante, tanto por su pintoresco casco antiguo como por el entorno donde se encuentra enclavada. Te recomendamos subir hasta lo alto del cerro donde se encuentran las ruinas del antiguo castillo de Boltaña.

Para llegar tienes que seguir el sendero indicado que empieza en el mismo pueblo y en unos pocos metros todo cuesta arriba llegaras sin problemas para disfrutar de unas agradables vistas y si tienes suerte, podrás ver algún que otro burro y caballos pastando libremente.

Si estás visitando Boltaña en los meses de verano (de junio a septiembre), una de las actividades más populares es bañarse en las aguas del río Ara que justo pasan por el pueblo. En estos meses el agua del río pasa tranquila, cristalina y es perfecta para refrescarse del calor del verano. Si viajas en otra época, verás que no es posible bañarse, ya que el cauce del río se vuelve más rápido y turbio y puede ser peligroso, aun así te recomendamos disfrutar del paisaje.

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Esperamos que nuestra lista de los 16 pueblos más bonitos de Huesca te ayude a organizar tus escapadas. Si necesitas más información para preparar tu viaje puedes escribirnos un comentario. ¡A Viajar!